jueves, 16 de agosto de 2012

Beebe y la esfera con la que viajó a otro mundo

Charles William Beebe (Brooklyn 1877-Trinidad 1962) fue sin duda un visionario en su época.
Alguien dijo alguna vez que la evolución del humano se debe gracias a gentes que hicieron posible lo imposible.El personaje protagonista de esta entrada podría pertenecer con todos los honores a esta clase de gente.
C.H Beebe

Beebe nació un luminoso día de Junio de 1877 en Brooklin (Nueva York),ciertamente un atípico lugar para despertar en alguien la afición al naturalismo como le despertó a Beebe.
Graduado por la universidad de Columbia,el joven naturalista trabajó como cuidador de aves en la Sociedad Zoológica de Nueva York.Un monótono y poco emocionante empleo que pronto desataría en su interior un incontrolable afán por la vida nómada y aventurera.
Viajó por Asia y Suramerica acompañado de varias ayudantes.Si,parece ser que Beebe solo confiaba en mujeres para sus trabajos de campo y no estoy ironizando...hasta en esto fue adelantado a sus contemporáneos.

A mitad de la década de los 20 del pasado siglo,Beebe se embarca en un viaje al archipiélago de las Galápagos.Viaje donde comenzó a interesarse por la biología marina y mas concretamente por el estudio de los fondos marinos.
Fruto de sus experiencias en el Pacifico fue su obra "Galápagos,world's end" publicada en 1923.
En este primer contacto con el mundo submarino siempre estuvo presente la frustrante incapacidad para alcanzar metros en sus inmersiones,que en un primer momento eran en apnea,imaginando siempre que habría mas allá y como llegar a ese mundo que de momento le quedaba oculto e inaccesible.

Beebe tenia ilustres amigos,como el presidente Theodore Roosevelt,muy aficionado a la Mar y con el que mantenía largas y productivas discusiones sobre las posibilidades que ofrecía la técnica del momento para las inmersiones a gran profundidad.
Siempre en estas tertulias topaban con el infranqueable muro de la presión.
Eran conocedores que una profundidad de 60 metros bastaba para dejar a un submarinista fuera de combate y también que en caso de seguir descendiendo mas seria pulverizado como una bola de tierra bajo la presión de una mano.
Una tarde ambos esbozaron en un lujoso papel estampado con el sello presidencial,sus soluciones a tan insalvable cuestión.
Beebe dibujo un cilindro,una especie de supositorio de plomo con remaches de acero.Roosevelt dibujo una esfera.En 1930 Beebe comprobó lo acertado de la teoría de su presidente.

Por aquel año Roosevelt ya había muerto y Beebe era director del departamento de investigaciones oficiales tropicales de la Zoogical Society de Nueva York pero debido a su "poco talento para las maquinas",según un compañero de inmersiones, no dio con la maquina u objeto que le llevara a ese mundo soñado,imitándose a un centenar de inmersiones con las pesadas y poco autosuficientes escafandras de la época.
Si por si esto fuera poco de todo el aluvión de proyectos de cámara de inmersión que recibía,absolutamente ninguno era valido.Algunos incluso rayaba la imanación medieval.
Pero Beebe no cejaría en el empeño.
En esas estaba cuando la casualidad o causalidad propició que conociera a Otis Barton.

Otis Barton
Otis nació en el seno de una acaudalada e influyente familia,lo que hoy llamaríamos un "hijo de papa" de la época y además era un brillante ingeniero en ciernes.
Beebe tuvo que convencerlo muy deprisa ya que su nuevo amigo pronto financió con 12,000$ su "loca idea",no en vano el autor favorito de Beebe era Lewis Carroll.
Lo que vendría a ser hoy día una jugosa y casi desorbitada subvención.Vamos un pastón!
Pero no solo puso sobre la mesa el dinero,sino también un plano al tiempo que anunciaba "Mi idea es muy sencilla,solo una esfera hueca colgada de un cable".

Beebe no se dejo influir por la aparente sencillez del proyecto de Barton.Sabia que la presión se distribuye mejor por una forma esférica y a medida que Barton entraba en detalles de ingeniería,Beebe quedó plenamente convencido de la viabilidad de ese proyecto,esa esfera que tal vez lo llevara a otro mundo.

Después de algunas desavenencias entre los dos,firma de un contrato de exclusividad de Barton con una empresa,etc hacia la Primavera de 1930,en fecha próxima a su cumpleaños Beebe tenia su ansiada cámara de inmersión,que mejor regalo podía esperar.
Una esfera de 1,40m de diámetro y 2500 kilos de peso,construida con un excelente acero con 3cm. de grosor y claraboyas fabricadas con cuarzo fundido.Una vez mas Verne tenía razón.

Beebe en su primera esfera de inmersión

Un barco de investigación oceanográfica transportó todo el equipo humano y material al lugar elegido para esta primera inmersión.Un punto 15 millas al Sur de la Isla Nonsuch en el archipiélago de las Bermudas.
Le acompañaria Barton,mientras que 26 auxiliares velarían en la superficie para que todo saliera como estaba previsto.Aunque en experiencias pioneras por todos era sabido que precisamente no hay nada previsto.


La montaña submarina que emerge en las Bermudas,se hunde en los abismos en el lugar fijado.Cuando la profundidad es de 2000 metros,Beebe ordena detenerse comenzando en cubierta una frenética actividad preparatoria.
El riesgo y la sensación de enfrentarse a algo desconocido era palpable en todos los miembros de la expedición.Si el delgado cable del que se suspendía la esfera se rompía,iría directamente al fondo con Beebe y Barton en su interior sin ninguna posibilidad de rescate.
Tiempo después la esposa de Beebe,se preguntaría por que el cable no había sido encerrado en una red de acero,la única respuesta que obtuvo fue que a nadie se le había ocurrido.

El día había amanecido despejado y sin viento y las condiciones de la Mar eran perfectas.
Sobre el mediodía los dos expedicionarios se introducen en el reducido espacio de la esfera,sufriendo algunos cortes y moratones producidos por golpes contra los pernos.
A la 1pm,después de comprobar que los sistemas de comunicación funcionaban correctamente y claraboyas y compuerta estaban bien selladas, Beebe da la señal de soltar cable y la esfera choca contra la superficie del Pacifico iniciando así la era de la investigación submarina.Un mundo dentro de este del que aun hoy día,poco conocemos.


En esta primera inmersión totalmente exitosa con el único incidente de una vía de agua que se subsanó gracias a la presión descendiendo mas rápidamente,alcanzaron una profundidad de 240 metros.Algo hasta ese momento impensable.
Beebe recodaría tiempo después el siniestro pensamiento que no paraba de dar vueltas en su mente al contemplar asombrado el mundo que por primera vez se ofrecia a un ser humano y era precisamente que "solo cadáveres humanos han llegado a estas profundidades".

Beebe y Barton llegaron a alcanzar solo 4 días después la profundidad de 540 metros en una experiencia rayana en lo místico.Donde ojos humanos por primera vez atisbaban un Pez Dragón atraído por las luces de la esfera y la carnada que pendía de sendos anzuelos cuyos sedales se habían fijado en la estructura.

"Pez Dragón" foto de Peter Sharer
Al tiempo que descendían en esta segunda inmersión Beebe iba haciendo un estudio sobre los espectros de luz.
a los 45m. comenzó a desaparecer el espectro rojo,a los 135 metros solo se apreciaba en el espectroscopio  el violeta y una pequeña franja del verde.
Cuando llegaron a los 240m. solo quedaba un casi imperceptible espectro de blanco grisaceo.
Superado el limite de la anterior inmersión,continuaron descendiendo y a los 360m. el poderoso fanal ilumino de lleno a un Pez Dragón como el de la foto,que al instante se encendió en una iridescencia verde que asemejaba a una aurora boreal submarina.
A 435m. de profundidad la presión ejercida sobre la batisfera era de 3,400 toneladas.
Incomprensiblemente Beebe sintió el irrefrenable y peligroso impulso de abrir la compuerta y salir a nadar,sin duda la baja concentración de oxigeno en el interior del habitáculo le estaba jugando una mala pasada.
Cierto "aviso mental" saco a Beebe de su extraño estado y dió orden inmediata de ser izados.
Tras 43 minutos de ascenso y después de 2 horas de inmersión,Beebe y Barton se desparraman sobre la cubierta del buque síntomas parecidos a los que décadas después experimentarían los astronautas tras aterrizar en la tierra después de la reentrada en la atmósfera.


Hubieron de pasar 2 años,tras solucionar algunos problemas técnicos y estructurales de la esfera,para que los dos exploradores abisales estuvieran en disposición de realizar una nueva inmersión.Inmersión que esta vez les iba a llevar mas lejos,alcanzando los 677 metros de profundidad en un frenesí de avistamientos de especies animales que eran completamente desconocidas para el hombre.

Peces Linterna,Anguilas Bronceadas y otros que fueron bautizados al momento por la desbordante imaginación de Beebe,como el Velapalida.Un pez con forma de vela de tonos palidos y fantasmales,el Balderraya o el Bathysphaera intacta..."Un gran Dragón de mas de 2 metros" según palabras de Beebe.
Si reconoció en cambio,por ejemplares arrojados muertos a algunas playas,al monstruo que se estrello contra el cuarzo de la claraboya esgrimiendo desmesurados colmillos y escamas hexagonales,era el Pez Vibora.

Pez Vibora
Hasta ese momento la comunidad científica internacional dudaba seriamente sobre la posibilidad de que a tales profundidades existiera vida alguna.
Mas allá de los 500 metros la oscuridad era total y tangible.Beebe había alcanzado uno de sus objetivos.."Llegar mas allá de la luz humanamente visible"
En aquel extraño "reino" no existía ni día ni noche,ni invierno ni verano desde hacia mas de dos mil millones de años.

A esta siguieron varias inmersiones mas.Alcanzando en la ultima de ellas el kilometro de profundidad,marca que tardaria mas de 15 años en ser superada y lo fue por Beebe y Barton,como no.
La aportación de nuestros dos protagonistas a la biologia marina y  a la ciencia en general ha sido decisiva y abrió puertas a otros campos cientificos hasta ese entonces inimaginables.
Grandes hombres de mar como el comandante Cousteau recogieron el testigo de estos dos soñadores en una epoca que soñar estaba permitido y en la que tantas cosas estaban por descubrir.

Por ultimo trancribo una reflexión de Beebe sobre sus vivencias en ese "otro mundo" muy poética y no falta de sentido..."Sentia a través de la absoluta negrura circundante,la pureza de las aguas y adivinaba una analogía entre los cuerpos luminescentes de las profundidades del mar con los planetas,soles y estrellas del espacio"

Nos vemos en el agua!!!









8 comentarios:

  1. ¡BO-QUI-ABIERTO! ¡PASMAO! Y demás...¡qué historia más bonita, me has decubierto a estos dos señores y pienso leer sobre ellos. ¡Gracias compañero!

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    1. Lo he sintetizado mucho,quedan detalles que no he contado y te gustará leer.Gracias Mariano!

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  2. Vaya aventura ... lo que nos queda por descubrir por alli abajo, y estos adelantados como lo pasarian a esas profundidades , un saludo.

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    1. Y que lo digas Jaime,no me meto en esa esfera ni por 3000€ a la hora.Saludos compañero!

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  3. Pues yo dejaba a mas de uno/a, dentro de esta esfera, pero además dándole velocidad como a una peonza, y que diese vueltas y vueltas por todos los fondos oceánicos de este planeta.......ja ja ja

    En serio, Goam, un reportaje muy interesante y ameno, que hombres mas "echaos", entonces.......

    Salúd!!!

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    1. jajaja ya me imagino a quienes ,pero luego habría que cortar el cable....otros tiempos,no habia tanto mando a distancia ni ley del minimo esfuerzo,maximo rendimiento y por supuesto no existia la mierda de realidad virtual,la gente buscaba realidades reales,valga el trabalenguas..Gracias Anuxina!!!

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  4. Hola Nacho.
    Buenas Aventuras,anda que habia que echarle un par de huevos para meterse en ese cascaron,increible.
    Gracias por contarnoslo.
    Un Fuerte Abrazo.

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  5. A mi meterme en un ascensor ya me produce un no se que,como para meterme en la bola esa..Saludos Juanrra!!!

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